La experiencia internacional indica que, cuando el consumidor tiene disponible delante de sus ojos en el mismo momento de la compra la información nutricional, tiene más herramientas para elegir qué comprar. Y a la vez, es una forma de estimular a los productores de alimentos a inclinarse por preparaciones más saludable. El etiquetado frontal permitiría una mayor facilidad en la comprensión de la información, para el 92% de los consultados y colaboraría en la elección de alimentos saludables, para el 90%.
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Un detalle comercial no menor, y nada bueno en general, es que muchos productos tienen "envases verdes", creando la asociación visual de que se está comprando un producto light. Muchas personas no leen, y esas estrategias son engañosas.
ResponderEliminarQué importante toda la información de este blog para aprender a saber lo que estamos comiendo. La educación alimentaria también es necesaria, para vivir mejor y saludables.